¿Existe algún alimento que tenga tantos usos como el pan? Yo
creo que no.
Si el problema es que tienes un montón de pan que sin darte
cuenta se te ha puesto duro con el tiempo, lo mejor es utilizarlo para hacer un
buen plato de migas que siempre son de agradecer.
Por otra parte lo puedes utilizar como postre socorrido
haciendo unas sencillas y deliciosas torrijas.
Y así multitud de riquísimas alternativas como uilizarlo para empanar la carne o incluso añadirlo desmenuzado en las albóndigas.
Además, es un alimento que pega en todas las comidas… para
desayunar (como por ejemplo las tostadas), para almorzar (en forma de bocadillo), para comer (como acompañamiento), para merendar, para cenar… no es como, yo
que sé, unos macarrones, que por poder puedes desayunártelos, pero no es lo más
frecuente.
Y esa gran tentación casi imposible de evitar ir repizcando
el “cuscurro (cada persona lo llama de una manera distinta)” de camino a casa
desde la panadería… es algo
tremendamente complicado.
Y luego, por darle todavía más vueltas al asunto, hasta los griegos tenían el dios Pan, encargado de cuidar a los pastores y rebaños.
Es por todo esto que yo pienso que más bueno que el pan, por
mucho que se diga, en realidad no hay nada.
Además si la barra de pan de toda la vida no te llama
demasiado, tienes un millón de variedades distintas, gallega, integral, pan de
molde, pan de pueblo, baguette… y es que al que no le gusta el pan… es porque
no quiere.