miércoles, 26 de diciembre de 2012

CONOCIDO COMO MIEDO

Tenemos miedo, sí, aunque a veces nos cueste reconocerlo o nos dé incluso vergüenza asumirlo, pero así es.

Es cierto que hay gente más miedosa que otra, o es posible que simplemente se traten de miedos distintos… por ejemplo, se puede tener miedo al ridículo escénico, miedo a ir solo por la calle cuando es de noche, miedo a probar nuevas experiencias… nunca se sabe, seguro que hay miedos comunes a todas las personas y otros, pues totalmente insignificantes a los ojos de un extraño, pero realmente difíciles para cada cual al que afecten.

Seguro que alguna vez os han dicho eso de… “escribid vuestros miedos en un papel y luego quemarlo… ya veréis como así desaparecen… ” (o soluciones por el estilo). Yo, sinceramente, no pienso que el hecho de tener miedo sea malo siempre que sepamos controlarlo. Tener miedo en ocasiones nos ayuda a poner mas cuidado al tomar nuestras decisiones, nos impide ponernos en peligro, y muchas veces son la causa de nuestras alegrías por haberlos superado.
No hace mucho escuché una frase que decía:”TENER MIEDO SÓLO SIGNIFICA QUE HAY ALGO QUE PERDER”, y es por eso que muchas veces deberíamos pararnos a pensar si merece la pena tener miedo, es posible que muchos de ellos desaparezcan al pensar si realmente es necesario perder oportunidades por esa simple inquietud; y si por el contrario nos parece que no pasa nada por tener miedo podremos levantar la cabeza y buscar una solución mucho más tranquilos.




De todas formas, no hay que tener prisa, en el momento en que estemos preparados para superar algo, lo haremos sin darnos cuenta. Por ejemplo, cuando de pequeños teníamos miedo a cruzar la calle solos y dábamos la mano a nuestros padres para que nos protegiesen y sin embargo hoy ya no tenemos miedo a un semáforo, de hecho nos parece una tontería.

¿Miedo? Sí, pero en su justa medida.

lunes, 17 de diciembre de 2012

LA "DROGA" MÁS SANA QUE EXISTE

El pueblo es... quizá os parezca raro... pero es posible que sea lo más parecido a una droga.
Sí, así es, a una droga, ¿por qué? Ahora mismo os lo explico...

Es un lugar en el que no cuesta nada entrar, pero creerme, salir de allí es lo más difícil que pueda existir.

Crea dependencia hasta el punto de tener que ir cada poco tiempo para salir de toda la rutina y descansar aunque sea en menos de 24 horas, ya solo el hecho de pisar sus calles te deja como nuevo.
Cuando estás allí piensas qué sería de tí sin ese trocito de mundo y se te olvida todo lo demás, y cuando no estás, sientes ese vacío y te entran unas ganas inmensas de llenarlo con una visita en poco tiempo.

Quizá haya sido un tanto descabellado compararlo con una sustancia tan perjudicial para nuestro cuerpo, pero era con la cosa que más similitudes tenía respecto a efectos secundarios.
Aunque debo decir que realmente no se parece en absolutamente nada, permitirme rectificar y empezar de nuevo...

Un pueblo es un pequeño trocito de mundo lleno de gente con vocabulario, personalidad y familiaridad propios del lugar, es un lugar del que recuerdas la manera en la que te saludan y te cuesta horrores despedirte, es el lugar en el que no te importa sentarte en una piedra o cantar a gritos por la calle... es ese lugar del que te acuerdas cuando te acuestas por la noche y lo primero que te viene a la cabeza cuando te levantas por la mañana, y que deseas con tantas ganas volver que cuando estás allí pierdes la noción del tiempo y todos los días te parecen el primero.

Vives en él gran parte de tu vida, ves crecer a los de tu entorno y ellos te ven crecer a tí, de hecho creces con ellos. Cada momento lo recuerdas como bueno y si hay malos... pues con el tiempo se te olvidan.

¿Qué tendrá el pueblo que nos gusta "tan poco"?
Será culpa de su gente, de su tranquilidad, de esa gran familia que llega desde el primer campo hasta la última piedra...  No tengo ni idea.

Por el momento solo sé que esos pocos kilómetros cuadrados crean verdadera adicción y para qué nos la vamos a quitar... si hace más bien que mal y, después de todo... es tan sana...
 

martes, 11 de diciembre de 2012

SUEÑOS PEQUEÑOS, SUEÑOS GRANDES…

Cada pesona tiene unos sueños, pueden haber aparecido de un segundo para otro o incluso llevar deseando que ocurran desde siempre.

Los hay de todo tipo…
Hay quién su mayor sueño es viajar por todo el mundo, y otros en cambio por sentir la adrenalina de tirarse en paracaídas harían cualquier cosa, aunque dure tan solo unos segundos.

Otros en cambio tienen sueños en cuanto a su futuro, lo que quieren estudiar, una meta que conseguir, o incluso también el llegar a formar una familia.
También los encontramos cercanos y en ocasiones extraños como podría ser… pues aprender a hacer un huevo frito, para gustos los colores…

Lo único que sé es que no hay nadie que no tenga sueños y que se alegre al conseguirlos.
Los sueños son buenos, es posible que a veces nos causen disgustos, pero en el fondo, esa ilusión que se siente al hacerlo realidad y esas ganas con las que querías que ocurriese es sin duda muchísimo mejor.


Las navidades se acercan, y hay quién dice que son fechas en las que están ilusiones tienen más posibilidades de cumplirse, yo no sé si pertenezco a ese grupo, tendría que pensarlo…  de todas formas si son tantos los que lo piensan, algo de razón seguro que tienen…

Desde aquí os quiero desear una feliz Navidad y… nunca se sabe, a lo mejor al año que viene tenemos un sueño menos que desear…

martes, 4 de diciembre de 2012

AY QUE RISA, TÍA FELISA....

Seguro que os ha dado alguna vez un ataque de risa de esos que te saltan las lágrimas sin querer y no puedes parar de rirte aunque dependiese tu vida de ello... de esos que te entran ganas de sentarte porque dudas de que puedes seguir guardando las formas... de esos que te impiden decir tres palabras seguidas y llevas semejante juerga tu solo encima que cuando consigues parar te acuerdas y vuelves a empezar otra vez igual.

A todos nos gusta reirnos, pero cierto es que a algunos nos cuesta menos que a otros. Hay gente que les cuesta muchísimo reirse por cualquier tontería, y a otras en cambio que es más fácil sacarles una carcajada que estar serios a su lado durante cinco minutos seguidos.
 Muchas veces depende de la persona con la que estemos, y esque al juntarnos con ellas te entra la risa esa tonta que te dura todo el día entero y nada mas abrir la boca ya no puedes evitar que se te escape una carcaja y media.

Hay quién dice que la risa es una de las mejores medicinas, y yo soy de las que piensa que es verdad, siempre que estamos mal por algo y aparece alguien que consigue sacarnos una sonrisa todos los problemas parece que se hagan más pequeños o incluso que desaparezcan por unos segundos...
Es cierto que es difícil, pero realmente merece la pena...

Todos los días deberiamos reirnos al menos unos minutos, como una costumbre o algo así, sería una especie de forma de ser más optimistas, puede que funcionase... por probar no pasa nada.
 Además, si realmente es así de contagiosa, no sería difícil de conseguir.

¿Os animaías a olvidar la palabra "aburrido" de nuestro vocabulario? Puede que no lo consigamos, de echo estoy segura de ello, pero siempre será mejor que aceptar que existe...