martes, 4 de diciembre de 2012

AY QUE RISA, TÍA FELISA....

Seguro que os ha dado alguna vez un ataque de risa de esos que te saltan las lágrimas sin querer y no puedes parar de rirte aunque dependiese tu vida de ello... de esos que te entran ganas de sentarte porque dudas de que puedes seguir guardando las formas... de esos que te impiden decir tres palabras seguidas y llevas semejante juerga tu solo encima que cuando consigues parar te acuerdas y vuelves a empezar otra vez igual.

A todos nos gusta reirnos, pero cierto es que a algunos nos cuesta menos que a otros. Hay gente que les cuesta muchísimo reirse por cualquier tontería, y a otras en cambio que es más fácil sacarles una carcajada que estar serios a su lado durante cinco minutos seguidos.
 Muchas veces depende de la persona con la que estemos, y esque al juntarnos con ellas te entra la risa esa tonta que te dura todo el día entero y nada mas abrir la boca ya no puedes evitar que se te escape una carcaja y media.

Hay quién dice que la risa es una de las mejores medicinas, y yo soy de las que piensa que es verdad, siempre que estamos mal por algo y aparece alguien que consigue sacarnos una sonrisa todos los problemas parece que se hagan más pequeños o incluso que desaparezcan por unos segundos...
Es cierto que es difícil, pero realmente merece la pena...

Todos los días deberiamos reirnos al menos unos minutos, como una costumbre o algo así, sería una especie de forma de ser más optimistas, puede que funcionase... por probar no pasa nada.
 Además, si realmente es así de contagiosa, no sería difícil de conseguir.

¿Os animaías a olvidar la palabra "aburrido" de nuestro vocabulario? Puede que no lo consigamos, de echo estoy segura de ello, pero siempre será mejor que aceptar que existe...

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