sábado, 26 de mayo de 2012

NO HAY DECISIÓN MÁS DIFÍCIL QUE LA DE TENER QUE TOMAR UNA DECISIÓN

Nos pasamos la vida tomando decisiones, desde las más insignificantes y absurdas (como la ropa que nos vamos a poner por la mañana), hasta las decisiones más importantes que vamos a tomar en cuanto a nuestro futuro.

Llega un momento en el que nuestros padres no pueden decidir por nosotros, nos pueden aconsejar, darnos su opinión... pero la decisión final la tenemos solo nosotros.

Hay gente que lo tiene clarísimo desde pequeño, gente que va a lo cómodo y a lo fácil, y personas indecisas que no lo tienen ni claro ni fácil. Me estoy refiriendo al momento de elegir las asignaturas optativas de 4º ESO. Ese momento en el que empiezas a encaminarte a lo que más adelante será nuestro futuro, un lugarque siempre vemos lejano y está más cerca de lo que parece, ese "lugar" también lleno de decisiones.

Llegas a ese momento casi como asustado, sin saber muy bien lo que te van a decir y las opciones que vas a tener. Menos mal que tienes a alguien que te orienta y te ayuda a conocer lo que realmente quieres hacer y puede dársete bien por tus cualidades, independientemente de su dificultad.
También tienes la opinión de las personas que son mayores que tú, o que justo están viviendo en ese momento lo que nosotros llamamos futuro.

A partir de todas estas conclusiones, intentas llegar a la mejor decisión y "cruzas los dedos" para que sea la mejor de las opciones.

Por todo esto quiero terminar con una frase que dijo Albert Einstein que me encanta y pienso que, aunque a veces no le tendríamos que hacer mucho caso, no está de más tenerla en cuenta:
"Nunca pienso en el futuro.
Llega enseguida"

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