El día a día lleva consigo un montón de decisiones insignificantes que nos construyen la vida sin ni siquiera darnos cuenta, y justo cuando tenemos bodas, bautizos, comuniones, cumpleaños... y otro tipo de grandes eventos van y coinciden.
No me parece justo. Fines de semana en el sofá de casa, dando vueltas por la calle sin rumbo intentando pasar la tarde... y luego, todas esas cosas con sentido se juntan en un mismo día.
Y luego encima surgen los problemas de última hora, y claro, vas tan alterado que todavía te parecen problemas más grandes de lo que son realmente. Es un verdadero cáos.
No sé si os habréis dado cuenta, pero no me gusta el estrés, mejor ir "a la marchica" y cada cosa a su ritmo, con tiempo para todo y bien repartido...
Porque esa es otra, como se junta todo no puedes dedicarle el tiempo necesario a nada e intentas llegar a todo, pero es prácticamente imposible dar todo en cada cosa.
Me altero solo de pensarlo, ¿no podrían caer los eventos señalados repartidos por todo el año?
Está visto que no...
Bueno... pues habrá que desarrollar nuestro sentido de organización y planificación con tiempo de antelación, a ver si de esta manera logramos llegar a todo con la mente tranquila y relajada.
Buena suerte, que creo yo que nos va a hacer falta...
No hay comentarios:
Publicar un comentario