- Yo no soy vaga, soy perezosa.
Y es que yo pienso que entre ser vago y ser perezoso hay una gran diferencia.
Los vagos son los que piensan las cosas pero ni las hacen ni tienen ganas de hacerlas. En cambio los perezosos son los que saben lo que tienen que hacer y piensan algo para no tener que hacerlo o hacerlo más fácil, es decir, hacen lo que tienen que hacer, a lo mejor lo hacen un poco tarde, pero hacerlo lo que es hacerlo, lo terminan haciendo.
Un claro ejemplo son los inventores.
A los inventores les tuvo que dar pereza hacer algo para que se les ocurriera construir objetos que lo solucionara. Pero que les diera pereza no quiere decir que no pensaran en hacerlo, sino hubieran sido vagos.
Por ejemplo:
A alguien llamado Manuel Jalón Corominas le tuvo que dar pereza arrodillarse para fregar el suelo, que de tanto pensar, le puso un palo a un trapo e inventó la fregona.
O tambien está la persona a la que le daba pereza llevar los libros en la mano y pensó y pensó hasta que inventó la mochila.
O al señor Thomas Edison, que pienso yo que le tuvo que dar pereza encender velas y apagarlas y correr el riesgo de quemarse etc... y se puso a pensar como solucionarlo, de ahí entonces nació la bombilla.
Y es que nuestra búsqueda de la comodidad no tiene límites.
Aún así sigo pensando que siempre será mejor tener un poco de pereza que ser un vago, porque a veces lo que realmente nos cuesta es empezar.
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